En realidad sólo estaremos una noche en Atenas porque rapidamente nos vamos para Nauplia al inicio del Peloponeso. No hemos podido ver gran cosa del Peloponeso ya que las distancias son largas y nos movemos en transporte público por esta zona.
Qué decir del barrio de Omonia en Atenas??? Vamos de mal en peor, es una zona de putas y yonquis a más no poder... el hotel Louzannis tiene un abuelo recepcionista un poco pésado pero lo aguantamos por esa noche...
Vamos hacía Nauplia y al llegar nos produce un sobresalto es diferente a lo que hemos visto hasta el momento. Pueblo pesquero estilo veneciano con techos de ladrillo y tres fortalezas: Palamedes, Acronauplia y Bourtzi, con cafés y muelles al borde del mar.
Subimos una de las fortalezas que tiene 1000 escalones, unos 216 metros. la entrada cuesta 4 euros, es muy chula aunque cierra prontito, vemos el atardecer en nuestro descenso.
Por la noche buscamos el ascensor que sube hasta otra de las fortalezas que está cercana a un hotel de lujo pero no encontramos nada así que nos dirigimos hacia la zona de bares y tomamos algo en uno muy curioso que parece regentado por un diogenes que tiene todo con automatas de hojalata.
Al día siguiente decidimos ir de playas, así que hacemos un sendero de unos 3 kms hasta la playa de Karathona, es una playa virgen con árboles pero sucia y con piedras pero agua y arena cristalina. Encontramos una calita pequeña pero formidable aunque el calor es insoportable, compartimos el pequeño espacio con una familia. A Gerardo le pica un erizo en el pie, que dolor!!!
Gracias a la hospitalidad de los griegos la familia equipada con un kit antierizos procede a sacarle el pincho a Gerardo que fuerte!!!!
Regresamos hasta Nauplia a las 15h de la tarde, pero a ver estamos locos o que nos pasa???El calor es horrible y llegamos reventados, hacemos siesta.
Mon y Ger inspeccionan la zona de la ciudad nueva, mientras Sylf y yo descansamos... no hemos cometnado nada pero el hotel está muy bien.
Por la noche, tomamos birras en un bar regentado por unos abuelos fantásticos y además las birras son baratas... encontramos un bar con la bandera del Athletic de Bilbao que peña más enrollada.
Al día siguiente hemos decidido visitar Epidauro, así que cogemos autobús que nos lleva en unos 40 minutos hasta la Grecia Clásica.
Epidauro tiene un santuario, el santuario de Asclepio dios de la medicina, se considera Patrimonio de la Humanidad. La escultura de Asclepio va acompañada de una serpiente que a veces lamía las zonas afectadas de los pacientes. También vemos el teatro de Epidauro que tiene una acústica perfecta si tiras una moneda desde el final suena al inicio como si estuviera al lado, a veces se hacen festivales de teatro y tiene una capacidad para 14000 espectadores. En el santuario hay un hospedaje, baños, un estadio y un tholos.
Esta ha sido toda nuestra immersión en la zona del Peloponeso en otro viaje alomejor quien sabe llegamos a Olimpia o a otras zonas que hemos dejado de visitar.
Regresamos a Atenas en autobus desde Nauplia y llegamos allí sobre las 19h.