Subimos pronto a las Meteoras ya que las abren a las 9 horas, primero vamos a la primera que es la de Agio Nikolau, después de subir bastantes escaleras nos dicen que para entrar debemos ponernos unas faldas no valen de nada los pantalones largos que traemos puestos.
Nos colocamos las faldas a cual más fea y horrorosa pero todo sea por visitar esos monasterios Patrimonio de la Humanidad. Es un monasterio pequeño con pocas cosas para ver y pocas vistas de las que disfrutar.
Nos dirigimos al monasterio más alto que es uno de los más grandes, cuando llegamos está todo repleto de turistas y autocares. Subimos sus escaleras y entramos en Megalou Meteorou un monasterio que merece mucho la pena, es grandioso y tiene muchas cosas para ver, salas de exposiciones que explican la historia y las etapas del monasterio, ves el osario, ves la cocina, ves la iglesia, el mirador con vistas muy bonitas… La sensación es un tanto ténebre da cierto miedo la verdad.
Por último visitamos otro monsaterio más pequeño donde hay que subir bastantes escaleras también es Agia Triada es pequeño también con vistas bonitas des de el otro lado de las Meteoras pero con poca cosa a visitar.
Decidimos dejar de ver más monasterios, hace calor y Silvia ha desfallecido se encuentra mal y está en el hotel.
Como nos queda día por delante, pillamos el coche y nos vamos para la costa hacia Volos donde no encontramos ningún bar para comer por ningún lado, al final comemos en un bar del paseo marítimo. Volos es bastante grande y no nos acaba de gustar así que decidimos adentrarnos algo más en la península de Pelión, paramos en Milina un pueblo pequeño con una playa tranquila aunque repleta de hamacas por todos lados, desde allí vemos de nuevo el atardecer.
Regresamos al hotel y llegamos ya bastante tarde así que nos quedamos en nuestra terracita viendo la lluvia de estrellas.